Happy Hour en Cibeles Fashion Week

En Cibeles hay dos espacios igualmente codiciados: la zona de desfiles y el Drinking (digo Kissing) Room. En el primero puedes ver los desfiles, y en el segundo puedes emborracharte gratis. Desde primera hora de la mañana los camareros te deleitan con diferentes combinados de vodka. ¿Casualidad? No. Conspiración. Los organizadores te quieren borracho. Ahora entenderéis por qué. 

A primera hora todos estamos tensos por los problemas con las acreditaciones o criticando a la brillante mente que decidió coincidir en fechas con la London Fashion Week, que acapara la atención de toda la prensa internacional. Pero unas cuantas copas después todos estamos sonrientes, relajados y abiertos a "nuevas experiencias" (es decir, menos sensibles a los flagrantes patinazos de la organización). 

Por ejemplo, cuando el pase de Adolfo Domínguez comenzó y transcurrió durante 10 minutos sin música, en vez de pitar pensamos que era un rollo conceptual del diseñador. Las únicas con cara de susto eran las pobres modelos, que se esperaban un acompañamiento de música clásica.  

Al cabo de esos 10 minutos llegó la música, pero de clásica tenía poco. Se ve que al DJ también le gusta ir al Kissing y, según fuentes cercanas al diseñador, fue a hidratarse justo cuando tenía que empezar el desfile. Al volver pensó que la música electrónica pega más con el vodka que Mozart, así que puso al pobre Adolfo en evidencia por segunda vez. Pero claro, después de todo un día de visitas al Drinking Room la audiencia ni se inmutó. 

 

A pesar del bochorno la organización no ha privado al DJ de sus refrescantes cubatas, y durante estos días otros desfiles han tenido problemas de sonido surrealistas.

Parece que los montadores también frecuentan la barra libre, porque esta tarde las modelos de Duyos no se han matado de milagro. Mientras paseaban a una altura considerable, ¡¡la plataforma metálica de la pasarela se ha empezado a desmontar!! 

Unas copas (digo horas) más tarde, Antonio Miró ha tenido que modificar su presentación. En teoría, los modelos iban a aparecer muy ligeritos de ropa y armados con chorros de agua se iban a mojar en medio del pasillo. Supongo que la organización se ha temido que la audiencia, ya desinhibida y alegre, invadiera la zona central convirtiendo el pase en una fiesta de espuma.  Al final no ha habido agua, pero me ha encantado ver a Jon Kortajarena doble. 

Pero hay un fallo que la organización no puede diluir ni en todo el vino de las bodegas de Amaya Arzuaga: Cibeles comenzó el viernes 18, estamos a lunes 21 y ¡¡todavía no han publicado ni una foto de un solo desfile en la página para prensa!! 

Espero que Ifema se ponga las pilas y nos deje hacer nuestro trabajo. 

Os dejo que tengo botellón.